Living Manga especialistas en importación de figuras japonesas de "segunda mano" SIN ABRIR

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CRÍTICAS de ESTRENOS: MADS

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"una experiencia cinematográfica extrema y fascinante, un apocalipsis juvenil cargado de crítica social, violencia desatada y técnica impecable, que sumerge al espectador en un delirante viaje sin retorno"

Escrito por: Javier Fernández

Título Original: MadS

Duración: 95 minutos

Dirección: David Moreau

Guion: David Moreau

Reparto: Milton Riche, Laurie Pavy, Lucille Guillaume,Yovel Lekowski, Xiomara Melissa Ahumada Quito

Fotografía: Philip Lozano

Música: Nathaniel Mechaly

Género: Terror

Distribuidora en Cines: A Contracorriente Films

Fecha de Estreno en Cines: 6 de Junio de 2025

SINOPSIS

Tras probar una nueva droga, Romain sale de fiesta. De camino, recoge a una mujer herida de un lado de la carretera, la cual, al subir al coche, es presa del pánico y se golpea la cabeza hasta morir. Así comienza una noche de pesadilla durante la que Romain será incapaz de distinguir qué es real y qué son los efectos de un fármaco tan misterioso como potente.

OPINIÓN

Escrito por: Javier Fernández 

Resulta curioso, e incluso desconcertante, cómo hasta la más mínima decisión puede alterar el curso de los acontecimientos. Lo que parecía una noche de fiesta como cualquier otra, termina convirtiéndose en una caótica travesía hacia la más absoluta locura. Violencia, luces estroboscópicas, infectados, drogas... y una única secuencia, espectacularmente realizada, que mezcla todos los ingredientes de este sangriento cóctel con sello francés. El final ha comenzado, y no hay mejor manera de demostrarlo.

El realizador francés David Moreau apuesta por una versión impactante y desesperanzadora del apocalipsis desde un prisma realmente interesante: la juventud, dando lugar a un desolador relato en el que la crítica social juega un papel fundamental. La propuesta que plantea resulta fascinante, no solo por la frescura que aporta, sino también porque se articula de manera magistral a lo largo de la película mediante un paralelismo constante entre la droga y un virus que se propaga con rapidez en las etapas más tempranas del desarrollo humano. El director no duda en corromper y retorcer la figura del joven del mismo modo en que se deforma un cuerpo consumido por estupefacientes. Para ello, se sirve de un elenco protagónico con un nivel de entrega elevadísimo, que en ocasiones recuerda a las entregas más recientes de Evil Dead o incluso La posesión (1981), por la forma en que el mal se aprovecha de la vulnerabilidad propia de este periodo vital.

El arranque del filme es realmente potente en cuanto que deja claro su tono y estilo desde el primer momento, aterrizando el relato sin miramientos gracias al uso del plano secuencia y permitiendo una inmersión total desde el momento exacto en que el detonante dramático entra en escena. No hay tiempo para pensar qué está ocurriendo, del mismo modo que tampoco se nos concede un respiro. Y eso, precisamente, nos encanta.

Al margen del impecable ejercicio técnico que supone condensar la totalidad del metraje en una única secuencia, otra gran virtud que tiene MadS a la hora de crear impacto en el espectador son, sin duda, los elementos que toma prestados de otras producciones. La comparación con la saga de REC es evidente, pero también resuenan ecos de otras grandes obras del cine francés que han quedado grabadas en la memoria colectiva, como es el caso de Mártires (2008), e incluso algún pequeño guiño a Irreversible (2002). La violencia extrema, en combinación con el horror corporal y la agonía de presenciar tan dantesco escenario, se convierte en una invitación directa para aquellos fans del género que deseen asistir a esta celebración del delirio más absoluto.

Lo nuevo de Moreau sorprende y desafía al espectador a partes iguales, pero también lo guía por el desesperanzador camino hacia el apocalipsis, donde el caos y la paranoia hacen de su reinado una realidad de la que no es sencillo escapar. Distanciarse no es una opción, como tampoco lo es el no dejarse arrastrar por su locura, de manera que tocará enfrentarse sin anestesia a este agresivo y estimulante viaje al infierno. Así es MadS: un "mal viaje", en el mejor de los sentidos.


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