CRÍTICA de ESTRENOS: "LA VIDA DE LOS DEMÁS"

Una Realidad Compartida 

Por: Luis Varela

Título original: Sheytan vojud nadarad (There Is No Evil)

Dirección: Mohammad Rasoulof

Guión: Mohammad Rasoulof

Música: Amir Molookpour

Fotografía: Ashkan Ashkani

Reparto: Ehsan Mirhosseini, Shaghayegh Shoorian, Kaveh Ahangar, Alireza Zareparast, Salar Khamseh, Darya Moghbeli, Mahtab Servati, Mohammad Valizadegan, Mohammad Seddighimehr, Jila Shahi, Baran Rasoulof, Zhila Shahi

Género: Drama

Distribuidora: BTEAM Pictures

Fecha de Estreno en Cines: 11 de Junio 2021

SINOPSIS

Ganadora del Oso de Oro en la pasada Berlinale. El conocido director iraní Mohammad Rasoulof, pendiente de sentencia por mostrar la represión del Gobierno en su cine, nos presenta cuatro historias de la vida cotidiana en Irán donde la pena de muerte no solo afecta a los condenados sino a la vida de los demás. Un poderoso viaje definido por las paradojas del pueblo iraní.

OPINION 

Por: Luis Varela

Un hombre, con la ayuda de un compañero de trabajo, guarda una bolsa en su carro. Al salir del estacionamiento, pasa por un puesto de control. Con el guardia del puesto, quién revisó el maletero, comenta su paga en comida, esa bolsa de hace unos instantes... El hombre deja atrás aquel edificio acorazado y enigmático para dirigirse a la ciudad. Son horas de la mañana.

Una vez resguardado su vehículo, el hombre entra a su piso. Arrastra la bolsa de comida hasta un rincón. En la nevera busca un refrigerio, saca una lata y se recuesta en el sillón de la casa. Horas después, sale. Recoge a su mujer del trabajo. Hacen par de diligencias juntos Tienen una breve y poco trascendental discusión. Luego pasan por la hija en el colegio. Conversan. El día transcurre en visitar a la abuela para la cena, haciendo una parada previa en el supermercado. Al terminar, los tres regresan a casa.

A las tres de la madrugada suena el despertador. El hombre se levanta, se ducha y se viste para salir. Con su carro surca las oscuras calles de la ciudad de vuelta al edificio sombrío de la mañana, su lugar de trabajo. En una pequeña sala, el hombre se prepara un café. Un panel lateral suena al mismo tiempo que una luces se encienden. El hombre deja su café y camina al panel. Las luces cambian de color. El hombre extiende su mano para tocar un interruptor y cumplir con su tarea.

Notamos algo extraño en este hombre. Pero no ahora, desde la mañana y en cada momento de su jornada: una mirada fría, una actitud corporal de rendición, un aura distante. El hombre desvela una cruel indiferencia ante los estímulos externos, como si le hubieran arrancado el alma y dejaran un cuerpo vacío, del mismo modo que los cuerpos colgantes cada vez que él acciona el interruptor.

Con esta sórdida historia empieza la más reciente obra del director iraní Mohammad Rasoulof (Un hombre íntegro, La isla de hierro) "La vida de los demás", película compuesta por cuatro relatos independientes que tienen como punto en común la pena de muerte en aquel país árabe.

Mediante una soberbia maestría, Rasoulof emplea narrativas individuales y únicas para contarnos cada historia según las necesidades de las mismas, al mismo tiempo que nos permite sumergirnos en el aspecto psicológico de cada personaje protagonista. Desde subgéneros y temáticas, hasta ritmos de montaje y encuadres de cámara diferentes.

Mohammad Rasoulof usa el alcance del arte audiovisual para expandir su voz critica y política, cuestionando el status quo de su nación. Desde la condición humana de sus personajes, el director iraní nos revela su inconformidad ante una realidad que padecen sus conciudadanos y la cuestiona sin tapujos.

"La vida de los demás" es una película larga en cuanto a su duración (sobre las dos horas y media de metraje), pero cada segundo y cada fotograma es justo y necesario para el fin que busca. Un filme necesario tanto para su director, como para el espectador ajeno.