NUESTRA CRÍTICA DEL "RITUAL" MUSICAL DE MÓNICA MOSS
EL "RITUAL" DE MONICA MOSS CAPAZ DE INVOCAR A TODOS AQUELLOS ESPIRITUS REBELDES DISPUESTOS A ROMPER ESTEREOTIPOS
Hay una cosa en este mundo que nos gusta mucho, tachar de freak algo que llegue a nuestros sentidos y que escape de nuestras mentes. Y seguro que lo hacen con este último disco de Monica Moss. ¿Por qué?, ¿porque es transgresor?, ¿quizás peculiar?, ¿más bien extravagante?, ¡NO! Dirán que es friki porque nuestra mente no llega más allá de un ritmo latino a golpe de un "dame papi, dámelo". Mentes que parecen abnegadas a abandonar las pautas que marca una sociedad. Monica Moss irrumpe de nuevo en las pistas de baile rompiendo estereotipos, arriesgando, mostrando su peculiaridad, y además, con más razón que una santa. Que se enciendan las luces de la pista y que solo nos vean a los locos bailando, indiferentes a lo que piensen los demás, abofeteando con cada nota musical a todo aquel que pueda llegar a poner el grito en el cielo.
El "Ritual" de Monica Moss se basa en varias pistas de
electro-pop-dance que resultan necesarias para abanderar la crítica social, la
libertad, la sensualidad, la transgresión. No es fácil liderar proyectos con
tal calado porque muchos se echarán encima e incluso se mostrarán
"ofendiditos". Hoy en día hay mucho "hater", pero lo que
realmente hace falta es más Monica Moss en nuestras vidas, en nuestra sociedad.
Hace falta una voz que sea capaz de decir las cosas bien claritas, tal como
son. Monica Moss trae un buen puñado de letras motivadoras, voces con estilo
hip-hop, trap, sobre bases electrónicas y con ritmos muy pegadizos. Lo que sí
está claro es que la música de Mónica Moss es un ritual perfecto con el toque
de energía necesario para tambalear y excitar nuestras mentes (y en algunos
casos, retrógradas mentes).
Lo que nos gusta de Mónica Moss es que no abandona su sueño, sigue luchando
para hacerse oír en un difícil panorama musical con unas letras que no tienen
comparación. Y el mundo parece que cambia... muy lentamente, pero cambia. Aún
queda mucho trabajo por hacer y mucha de la música sigue basándose en unos
cánones de machismo, discriminación, etc... Hace falta luchar, hace falta un
"Ritual" para romper barreras. Y que digan lo que quieran, que nadie será
lo suficientemente fuerte para callar a Mónica Moss y su revolución.
Además, con "Ritual" me pasa una cosa curiosa, mi mente viaja a
una especie de musical, un espectáculo lleno de luz y color, donde todo el
mundo baila y se deja llevar por la música. Una especie de historia que podría
comenzar con una "mojigata" (porque así llamamos a las niñas
"buenas" en esta sociedad) que acude a una tienda esotérica para que
lean su futuro a través del tarot. A partir de ahí mucho baile, bailarines por
doquier, y una historia de trasfondo. Una chica que sufre de un Ritual de amor
fugaz, de amor ficticio, del gusto fácil y despreocupado. Que sufre el contagio
con un mundo lleno de Intoxicados que solo buscan escalar hasta una cima donde
la felicidad es algo desconocido y abundan los Yonkis de la fama y el dinero.
Una historia donde el desamor también se deja ver, bajando las pulsaciones y
sintiendo la genial "Nos quisimos tanto". Al final el dolor la vuelve
a hacer Sumisa, de Porcelana, pero que al final acabaremos Celebrando,
liberando su mente, desconectando de este mundo y viajando a un mundo de
alegría. Quizás sea una historia basada en hechos reales, o no, pero lo que si
es, es una lección de vida, de reivindicación, de lucha. Un cuento del que
aprender que no todo tiene que ser como ves o te cuentan, que todo puede
cambiar. Si alguien quiere apuntar la idea que la apunte, pero para este
musical solo te hace falta un reproductor en casa, mucho volumen y liberar la
mente bailando hasta un nuevo amanecer.
Concluyendo, "Ritual" es un álbum lleno de ritmos pegadizos,
bailables, que involucran a pisar fuerte la pista de baile y sumergir la mente
entre haces de luces de color. Libérate de estereotipos, open your mind, sigue
el "Ritual".
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