CRÍTICAS de ESTRENOS: MISERICORDIA
CRÍTICAS de ESTRENOS: MISERICORDIA
"una película ingeniosa y equilibrada que fusiona con maestría el drama, el suspense y la comedia, destacándose por su originalidad y la precisión de su ejecución"
Escrito por: Luis Varela
Título Original: Miséricorde
Duración: 102 minutos
Dirección: Alain Guiraudie
Guion: Alain Guiraudie
Reparto: Félix Kysyl, Catherine Frot, Jacques Develay, Jean-Baptiste Durand, David Ayala, Sébastien Faglain, Tatiana Spivakova, Salomé Lopes, Serge Richard, Elio Lunetta
Fotografía: Claire Mathon
Música: Marc Verdaguer
Género: Thriller dramático / Comedia negra
Distribuidora en Cines: Karma Films
Fecha de Estreno en Cines: 21 de Marzo de 2025
SINOPSIS
En MISERICORDIA, Jérémie regresa a su pueblo natal para asistir al funeral de Jean-Pierre, un antiguo jefe suyo. Ha decidido quedarse unos días en casa de Martine, su viuda. Pero una misteriosa desaparición, un vecino amenazante y un extraño sacerdote, van a hacer que la breve y tranquila estancia de Jérémie en Saint-Martial, tome un giro inesperado.
OPINIÓN
Escrito por: Luis Varela
Quien esté libre de culpa, arroje la primera piedra. En el ámbito del cine, las propuestas híbridas de géneros representan un reto mayúsculo, ya que combinan elementos narrativos que en ocasiones parecen incompatibles y pueden desembocar en una narrativa confusa o en una lucha interna por determinar cuál de los géneros debe predominar. A menudo, esto se traduce en un montaje forzoso que pierde la esencia de la historia, sin lograr transmitir con claridad el mensaje o la emoción que se desea evocar. Sin embargo, cuando la mezcla de géneros se efectúa de manera equilibrada y cada elemento se entrelaza para potenciar al otro, el resultado es una obra cinematográfica que trasciende las expectativas y deja una huella imborrable en el espectador. Tal es el caso de Misericordia, una película dirigida por Alain Guiraudie que, a través de una fusión magistral de drama, suspenso y comedia, nos invita a adentrarnos en una narrativa rica en matices y sorpresas.
La película se centra en el personaje de Jérémie, interpretado por Félix Kysyl, quien regresa a su pueblo natal para asistir al funeral de su antiguo jefe. Este regreso, cargado de nostalgia y reminiscencias de un pasado que parece haberse quedado estancado en el tiempo, se transforma en el catalizador de una serie de acontecimientos imprevistos. Al decidir prolongar su estancia en el hogar de Martine, interpretada por Catherine Frot, la viuda del difunto, la tranquilidad aparente del lugar se ve alterada por una misteriosa desaparición. Este suceso inesperado no solo rompe la monotonía del reencuentro, sino que introduce un elemento de intriga y suspenso que obliga tanto a los personajes como al espectador a cuestionarse la verdadera naturaleza de lo que sucede en el pueblo.
La genialidad de Guiraudie reside en su capacidad para tejer estos elementos en un relato coherente y sorprendente. La primera parte del film se sumerge en un ambiente marcado por el drama, donde los personajes se ven confrontados con conflictos internos y recuerdos dolorosos que se entrelazan con la atmósfera del lugar. A medida que la historia avanza, el suspenso se impone, llevando a los personajes a una investigación minuciosa que desvela capas ocultas de secretos y ambigüedades. Esta transición de tonalidades se ve complementada por una comedia irreverente y mordaz, que no actúa simplemente como un alivio cómico, sino que dota de una personalidad única a la obra, convirtiendo cada situación en un juego de contradicciones y sorpresas. La combinación de estos tres pilares - drama, suspenso y comedia - se ejecuta con una sutileza y precisión que mantienen al espectador en vilo durante todo el metraje, generando a la vez momentos de introspección y destellos de humor ácido.
Uno de los aspectos más fascinantes de Misericordia es la construcción del personaje de Jérémie. Su extrañeza y la ambigüedad que rodea sus actitudes y motivaciones le confieren una dimensión enigmática que enriquece la narrativa. A lo largo de la película, las intenciones de Jérémie permanecen parcialmente ocultas, creando un aire de misterio que se intensifica a medida que otros personajes revelan sus propios intereses en torno a él. Este tira y afloja de favores y necesidades se convierte en un sutil juego de poder, donde la irreverente comedia actúa como vehículo para explorar las contradicciones humanas y las complejidades de las relaciones interpersonales. El efecto es una trama que, lejos de depender exclusivamente del suspenso o del drama, se sustenta en la interacción dinámica de sus elementos, lo que otorga a la obra una profundidad y una resonancia que resultan difíciles de olvidar.
El guion sólido, junto con el despliegue actoral excepcional, permite que la historia se desarrolle con naturalidad y coherencia. Cada uno de los actores aporta una capa de autenticidad que enriquece el relato, y la dirección de Alain Guiraudie se destaca por su habilidad para manejar cambios de ritmo y tonalidades sin perder el hilo conductor de la historia. La precisión en la ejecución de esta propuesta híbrida demuestra que, en manos de un director talentoso, es posible convertir el riesgo inherente a la mezcla de géneros en una fortaleza narrativa. Así, Misericordia se erige no solo como un ejemplo de innovación en el panorama cinematográfico, sino también como una obra que invita a reflexionar sobre la complejidad de la condición humana.
En definitiva, Misericordia es una película que desafía las convenciones tradicionales del cine. Con una propuesta que fusiona de manera orgánica el drama, el suspenso y la comedia, la obra de Guiraudie demuestra que es posible contar una historia rica en matices sin caer en clichés o en una narrativa desordenada. La precisión, la gracia y la audacia con las que se ejecuta cada escena confieren a la película una personalidad única, haciendo de esta propuesta una experiencia cinematográfica inolvidable que invita tanto a la reflexión como a la risa, en un perfecto equilibrio entre lo inesperado y lo profundamente humano.
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