Living Manga especialistas en importación de figuras japonesas de "segunda mano" SIN ABRIR

Living Manga especialistas en importación de figuras japonesas de "segunda mano" SIN ABRIR
Living Manga especialistas en importación de figuras japonesas de "segunda mano" SIN ABRIR

CRÍTICAS de ESTRENOS: NO HAY AMOR PERDIDO

CRÍTICAS de ESTRENOS: NO HAY AMOR PERDIDO

"drama familiar con tintes cómicos que explora la complicada relación entre padre e hija tras la repentina partida de la madre, destacando por su atmósfera visual y su intensa banda sonora"

Escrito por: Gonzalo Molina

Título Original: La Fille de son père / No Love Lost

Duración: 91 minutos

Dirección: Erwan Le Duc

Guion: Erwan Le Duc

Reparto: Nahuel Pérez Biscayart, Céleste Brunnquell, Maud Wyler, Mohammed Louridi, Mercedes Dassy, Camille Rutherford, Alexandre Steiger, Nicolas Chupin, Philippe Quesne, Charlotte Léo, Jane Moraël, Nina Moraël, Leia Joly, Alix Joly, Louis Douillez, Romain Creutzmeyer, Daniel Collot, Lucas Bléger, Marie Prual, Yannick Hornecker, Mariore Manneville, Boris Gillot, Christian Jannot, Jérémie Laure, Alain N'Diaye, Catherine Pavet, Xavier Toral

Fotografía: Alexis Kavyrchine

Música: Julie Roué

Género: Drama con tintes de Comedia

Distribuidora en Cines: VerCine

Fecha de Estreno en Cines: 7 de Febrero de 2025

SINOPSIS

Étienne tiene apenas veinte años cuando se enamora de Valérie. Apenas un poco más tarde, nace su hija Rosa. Y luego, un día, Valérie se va y nunca regresa. Él decide no hacer un drama de ello y construye una vida feliz para él y su hija. Dieciséis años después, cuando Rosa está a punto de comenzar su propia vida, Étienne reconoce a su esposa en un reportaje de televisión. El pasado resurge de forma brutal, y padre e hija se ven arrastrados a un último caótico viaje familiar.

OPINIÓN

Escrito por: Gonzalo Molina

Después de la ópera prima Perdrix (2019), el director Erwan Le Duc vuelve a las pantallas con un drama familiar con algunos toques de comedia, No hay amor perdido (2023). Hasta este momento, Erwan se había dado a conocer por una miniserie de TV llamada Bajo Control. A pesar de su edad, podemos decir que Erwan Le Duc es casi un director debutante dentro de la industria cinematográfica francesa. Antes de 2019, en su carrera contaba con algunos cortometrajes interesantes, pero sin excesiva repercusión (Jamais Jamais (2014) y Meow Meow Fur (2016)).

La historia que nos narra la película comienza con un sutil toque de balón del protagonista, Etienne (Nahuel Pérez Biscayart). Mientras él estaba jugando al fútbol en un descampado, conoce allí mismo a Valérie (Mercedes Dassy). Ella, mientras tanto, estaba pintando una pancarta reivindicativa. La luz y la entonación del color que se aprecia en las imágenes es, a nuestro juicio, lo mejor que tiene el film. El trabajo realizado por el director de fotografía, Alexis Kavyrchine, es bastante notable, dotando a la película de una atmósfera particular.

Etienne es un joven veinteañero apasionado del fútbol que se enamora de Valérie, una joven activista política. Un año después de conocerse, tienen una hija llamada Rosa (Céleste Brunnquell). Un buen día, sin motivo aparente, Valérie decide marcharse y abandonar a Etienne y a su hija, quedando ésta al cuidado de los padres de él. A partir de este momento, parece que la película no plantea ningún tema novedoso que no hayamos visto antes. Un drama familiar, con alguna que otra pincelada cómica, que tendrá como objetivo el reencuentro de todos los miembros de la familia. El corazón de la película se centra en la relación paternofilial entre Etienne y su hija Rosa. Él se gana la vida siendo entrenador de fútbol y ella es una joven estudiante de Bellas Artes, de 17 años. A priori, la trama de este film no avanzará hasta que el personaje protagonista descubra la ubicación de su exmujer. Serán algunos personajes secundarios, como la nueva pareja de Etienne y el novio de Rosa los que introducirán algún aliciente a la historia. Algunas situaciones dentro de la película nos han resultado poco creíbles. Por ejemplo, el hecho de cómo descubre Etienne dónde se encuentra Valérie (en Portugal) a partir del visionado de un reportaje en televisión; el beso en la boca que da la hija al padre, lo cual provocará que Etienne se caiga por las escaleras; las alucinaciones obsesivas que tiene el protagonista con su ex mujer dentro del hospital; y, por último, el ansiado reencuentro de Etienne y Rosa con Valérie acaba con la "liberación" del protagonista, volviendo con su actual pareja y dejando a los espectadores un tanto desconcertados.

En cuanto a la banda sonora, el cineasta vuelve a contar con la artesanía de la compositora Julie Roué, la cual ya había trabajado con el director en su primer largometraje, Perdrix (2019), ya citado anteriormente. En No hay amor perdido (2023), la música, presente a lo largo de toda la película, resaltará la tensión emocional que sienten los personajes.

Si analizamos la corta filmografía de Erwan Le Duc, podemos deducir que una de sus características principales es tratar los dramas familiares con ciertos tintes cómicos. Eso sí, algunas decisiones narrativas dentro de sus películas pueden resultar un tanto controvertidas para el espectador.

PUNTUACIÓN: ★★★☆☆


No hay comentarios

Con la tecnología de Blogger.