CRÍTICAS de ESTRENOS: EL ÁNGEL DE LOS POBRES
CRÍTICAS de ESTRENOS: EL ÁNGEL DE LOS POBRES
"Un biopic sobre el Abate Pierre que inspira reflexiones sobre la pobreza, pero cuya ejecución visual y reciente controversia ensombrecen su impacto"
Escrito por: Ángela García
Título Original: L'Abbé Pierre - Une vie de combats
Duración: 147 minutos
Dirección: Frédéric Tellier
Guion: Alain-Michel Blanc, Olivier Gorce, Frédéric Tellier
Reparto: Benjamin Lavernhe, Emmanuelle Bercot, Michel Vuillermoz, Jan Oliver Schroeder, Sébastien Corona, Xavier Mathieu, Chloé Stéfani, Alexandre De Caro, Yann Lerat, Antoine Laurent, Alain Sachs, Leïla Muse, Djibril Pavadé
Fotografía: Renaud Chassaing
Música: Bryce Dessner
Género: Drama Biográfico
Distribuidora en Cines: A Contracorriente Films
Fecha de Estreno en Cines: 8 de Noviembre de 2024
SINOPSIS
Henri Grouès, nacido en una familia burguesa, está decidido a convertirse en sacerdote. Sin embargo, al comenzar la Segunda Guerra Mundial, se une a la Resistencia. Tras perder a un amigo en el campo de batalla y enfrentarse a los horrores de la guerra, Henri emerge como un hombre nuevo: Abbé Pierre. Durante el resto de sus días, se propondrá luchar por las personas sin hogar y dar voz a los más vulnerables.
OPINION
Escrito por: Ángela García
Personalmente soy bastante fan de los biopics; me gusta ver cómo un actor se mete en la piel de alguien real, descubrir anécdotas curiosas o momentos que cambian una vida. Esta película nos muestra la trayectoria vital a lo largo de casi seis décadas de Henri Grouès, un joven burgués con inquietudes religiosas que durante su colaboración con la resistencia francesa en la II Guerra Mundial se convirtió en el Abate Pierre, figura icónica del país galo.
Sacerdote católico, fundador del movimiento de Emaús que ha perdurado hasta nuestros días, luchador incansable por los derechos de los más desfavorecidos, Frédéric Tellier ensalza la vida y obra de un hombre que se convirtió en mito. Su encendido discurso llegaba a la gente, fue incluso diputado, y fue venerado por algunos como una auténtica estrella de cine (ojito que hay anécdota cinéfila jugosa).
Es digna de alabanza su labor para dar voz a los "sin voz". De hecho ésa es una de las partes más interesantes de la película, cuando inteligentemente el protagonista utiliza la radio para difundir su mensaje, lo que provoca una ola de solidaridad y generosidad sin precedentes en Francia. La otra parte mostrada en la película es la del abate como hombre, con sus dudas y luchas internas, y sus ideas a veces un tanto radicales que le granjearon no pocos enemigos.
La película se estrenó el año pasado fuera de concurso en Cannes, y me imagino el jarro de agua fría que habrá sido para el equipo las recientes acusaciones, que señalan al idolatrado abate como un depredador sexual. Parece que sus perversos actos eran de sobra conocidos por unos pocos y fueron deliberadamente silenciados. Reconozco que no he podido evitar ver la película un poco asqueada, pensando en que estaba viendo a una suerte de Dr. Jekyll, si es que todo esto resulta ser cierto. El director insinúa en algún momento que el sacerdote no respetaba el celibato, y me hace preguntarme si en los seis años en que investigó sobre el tema no encontró algo que ya olía a chamusquina.
Dejando a un lado los posibles juicios morales, la intención de dar profundidad a la película para mi gusto es demasiado forzada, con planos desenfocados para captar nuestra atención hacia algo o alguien en concreto. No era necesario, como no lo eran varios planos demasiado rápidos en una escena ambientada en la guerra. Si la intención era dotarla de más realismo, a mí sólo me produjo un cierto mareo. El potente sonido ya era suficiente aportación.
Los personajes tampoco tienen el empaque que deberían, pese al notable esfuerzo de los actores protagonistas, especialmente de Benjamin Lavernhe. Tellier busca encogernos el corazón, y alguna vez lo logra en la sencillez de ciertas escenas, con paisajes de postal y escenografías muy cuidadas. Sí nos hace reflexionar (a cualquiera con un mínimo de humanidad) sobre lo que ha sido y sigue siendo la pobreza, sobre si hacemos todo lo que podemos o si miramos hacia otro lado.
Aunque no acaba de alcanzar el tono épico deseado, desde el punto de vista humano ha sido muy interesante ver esta película. Recomiendo ir a verla como quien va a ver un documental, por el puro placer de estar informado y saber un poco más de todo, porque de la otra manera uno quizás saldría un pelín decepcionado.
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