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CRÍTICAS de ESTRENOS: UN AÑO DIFÍCIL

CRÍTICAS de ESTRENOS: UN AÑO DIFÍCIL

"... una comedia que nos deja cierta reflexión de cómo el capitalismo afecta a las personas y destaca la importancia de la solidaridad y el activismo"

Escrito por: Miki Boj

Título Original: Une année difficile

Duración: 120 minutos

Dirección: Olivier Nakache, Eric Toledano

Guion: Olivier Nakache, Eric Toledano

Reparto: Pio Marmai, Noémie Merlant, Jonathan Cohen, Mathieu Amalric, Luàna Bajrami, Jean-Louis Garçon, Grégoire Leprince-Ringuet, Marie Papillon, Sophie Parel, Julie Tessier, Gaïa Warnant, James Gaspar De Almeida, Héléna Mogelan

Fotografía: Mélodie Preel

Género: Comedia

Distribuidora en Cines: A Contracorriente Films

Fecha de Estreno en Cines: 31 de Mayo de 2024

SINOPSIS

Albert y Bruno son dos buscavidas endeudados hasta el cuello. Al conocer a un grupo de activistas, los dos ven una oportunidad para beneficiarse de su idealismo e incluso ganar algo de dinero. Sin embargo, cuando ambos se sientan atraídos por una joven que busca cambiar el mundo, sus vidas se pondrán patas arriba.

OPINION

Escrito por: Miki Boj

Después de casi dos décadas de carrera, Olivier Nakache y Éric Toledano han perfeccionado las comedias dramáticas que tanto gustan en Francia, con títulos destacados como "Aquellos días felices" (2006), "Intocable" (2011), "La fiesta de la vida" (2017), y ahora "Un año difícil". En esta última película, los directores continúan su exploración de personajes que enfrentan situaciones personales complicadas.

Albert, el protagonista, es un personaje difícil de empatizar. Destruido por el sistema, su situación puede generar cierta identificación o compasión en el público. Sin embargo, su personalidad burlesca y egoísta, centrada únicamente en su propio beneficio, hace que sus desgracias a menudo parezcan merecidas. A lo largo de la película, Albert comienza a establecer vínculos con las personas a su alrededor, lo que lo lleva a una especie de redención. Aunque sus esfuerzos iniciales están motivados por intereses propios, gradualmente estos intereses comienzan a beneficiar también a otras personas.

Bruno, su fiel compañero, comparte muchas de las características de Albert. Sin embargo, a diferencia de Albert, Bruno muestra una capacidad de mejora, revelando un lado más humano a medida que la trama avanza. Ambos se integran en un grupo de activistas, inicialmente con intenciones egoístas y para impresionar a Cactus, una joven completamente dedicada a las causas que defiende. Esta situación genera momentos cómicos al ver a Albert y Bruno intentando ligar con alguien que vive por y para los demás, creando un contraste efectivo entre los protagonistas y Cactus, quien actúa como una mentora involuntaria.

Con el tiempo, Albert y Bruno descubren que los activistas son las primeras personas con las que logran encajar después de mucho tiempo. Como marginados sociales debido al capitalismo agresivo, encuentran en el grupo un entorno protector y acogedor, donde por primera vez sienten seguridad y apoyo. Esta experiencia les permite valorar aspectos de la vida más allá del dinero, a pesar de que ellos mismos no se dan cuenta del cambio que están experimentando.

A pesar de la potencia de la historia, la película a veces se pierde. Se enfoca mucho en las deudas de los protagonistas, pero resulta extraño cómo ambos personajes parecen olvidar su mayor preocupación. En lugar de integrar las manifestaciones ambientales en la trama principal de Bruno y Albert, estas protestas ocupan un espacio que podría haberse utilizado para desarrollar mejor la historia. Además, algunos personajes parecen existir solo por conveniencia del guion. Por ejemplo, Quinoa genera conflicto sin que se expliquen sus motivaciones, y Henri, una figura importante para Albert y Bruno, aparece esporádicamente solo para mostrar su ludopatía, una trama potencialmente interesante que no se explora.

La película, a pesar de sus momentos vacíos y personajes subdesarrollados, logra transmitir su mensaje central: la agresividad del capitalismo y su impacto en la sociedad, generando egoísmo e individualismo. Las personas que se preocupan por el bienestar colectivo suelen tener problemas con la ley, ya que buscan mejorar la situación global y priorizar los intereses de las generaciones futuras sobre los propios. A grandes rasgos, "Un año difícil" cumple con su objetivo de mostrar cómo el capitalismo afecta a las personas y destaca la importancia de la solidaridad y el activismo.



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