CRÍTICA MUSICAL: LP ANIMAL DE MESSURA
CRÍTICA MUSICAL: ANIMAL (MESSURA)
Por: Laura Montes Menéndez
El pasado 11 de octubre los riojanos Messura presentaban Animal, su primer LP. Este añade ocho nuevos temas al repertorio iniciado en OtoñoVII, EP grabado y presentado en el año 2017. La formación nace del proyecto personal de Diego Continente, autor de sus letras y frontman de la banda. A él se le suman German Ruiz-Alejo, Joselu Arriezu y David Burgui, todos ellos, al igual que Continente, músicos con tablas en la escena musical regional dentro de estilos tan diversos como el stoner, el hard-core o el jazz. En vista de la heterogeneidad de sus influencias, se podría llegar a afirmar que “Messura” refleja el equilibrio alcanzado dentro de esta amalgama de estilos personales, aunque ellos prefieren definirse “sin ningún tipo de etiquetas”. Tanto es así que, en su puesta en escena, a las potentes guitarras se les suman -dependiendo de la logística de la sala- una chelista y dos violinistas. Esto, lejos de aportar dulzura a sus temas les añade un aire épico, haciéndolas aún más coreables en conciertos y festivales. Sin pretender encajonar pues a esta banda, es cierto que al sonido noventero más clásico se le suman reminiscencias a grupos indies ya consagrados como son Vetusta Morla o Second.
El disco abre con “Soma” una oda al desamor, al darse de bruces con la realidad de la circunstancia vital personal. Esta tónica introspectiva, que ya se dejaba entrever en OtoñoXVII, se concentra a lo largo de todo el LP, en el cual Continente se revela como un letrista intimista. Con los primeros acordes de “Dicotomía” se nos adivina una sucesión de distintas intensidades entre canción y canción lo que hace que el disco no resulte repetitivo, si no una montaña rusa de intensidades rítmicas que mantiene la atención de principio a fin. “Animal”, sencillo que le da nombre al álbum, consigue elevar de nuevo la potencia a través de reminiscencias hard-core y la llamada a la revolución, a la vuelta al instinto primitivo, abandonando nuestro estado de “seres inertes de plástico”. Tanto en este tema como en el que le sigue, “Virtud”, Continente deja claro su interés por la política, la sociología y la filosofía entonando el lema “escenas de la caverna, tres actores y una hoguera”. Así, apela a la integridad del individuo como vehículo del cambio social. Esta tónica rebelde, de letras crudas, continúa en “Invertebrados”, “Mal” y “Mienten” donde se hace referencia a florecimiento de “los freaks” del instituto, la necesidad de parar en este mundo acelerado y la espectacular manera en la que resistimos las injusticias de la clase política mientras sonreímos y toleramos “sabernos bien domados”. Tras esta sucesión de canciones potentes, llenas de rabia y cargadas de mensaje, “Animal” se cierra con “Odisea”, tema en el cual se incluyen las cuerdas de violines y chelo anteriormente mencionadas. A pesar de un aparente pesimismo global que cubre de inicio a fin este primer trabajo, Messura concluye con un canto a la esperanza a través de la construcción de una melodía delicada en la que se funden las cuerdas más dulces con las más eléctricas.
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